Parece mentira como en el siglo XXI podemos ver aún estas cosas. La TORTURA, con todas las letras, de un animal.
Escribo esta entrada porque Cataluña ha prohibido los toros y hoy era la última corrida en la plaza de Barcelona.
Como ya podréis haber deducido... soy anti-taurino. Y es que no entiendo como están prohibidas cosas como las peleas de callos o directamente la tortura de animales, pero se permite esto. No nos engañemos, que porque no tenga carita de peluche como un gatito indefenso, no quiere decir que no sufra.
Vamos a hacer un repaso de una corrida de toros (no me se el orden). Primero se torea al animal (que si solo fuera esto no me importaría). A continuación (aquí ya empieza lo bueno...) se le van clavando estacas de esas. Le cortan las orejas y el rabo o no se como va (y, cuidado, que si consiguen amputarle alguno de estos miembros es un trofeo). Y después ya el pobre animal consigue descansar, cuando el torero le clava una espada y lo mata.
Aún los aficionados a los toros, de Cataluña, estaban recogiendo firmas para que se volviera a legalizar.
Y es que en el resto del mundo nos ven como unos torturadores de animales; lógico, lo somos.
Si no opináis lo mismo podéis opinar.
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Un Saludo
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