En la Edad Media, la sociedad estaba dividida en tres estamentos: clero, aristocracia y... vamos a decir campesinos. En la Edad Moderna continuó existiendo la aristocracia, junto con la monarquía, por supuesto. Ahora bien, en pleno siglo XXI ¿tenemos que aguantar que haya gente con privilegios, que reciban un sueldo por ser quienes son y que no den un palo al agua en toda su vida? Yo no estoy dispuesto.
Estos días no se habla de otra cosa más que de la boda de la Duquesa con Alfonso. Que, por cierto, muy listo él. Cuando ella muera recibirá un total de 300 millones de euros, un fortunón (y ya he quitado lo que les ha dado a sus hijos).
Otro caso que me hizo mucha gracia fue el de el entrenador de la selección, Del Bosque. A mí también me hizo ilusión que ganaran el mundial. Pero de ahí a concederle un título nobiliario... me parece excesivo.
Y por supuesto, no me olvido del noble entre nobles, el rey. La gente no hace más que quejarse de que se ha derrochado el dinero (opinión que comparto) y el rey mientras cobrando por hacer ¿qué?, ya os contesto yo ya, ¡nada! Cómo puede ser que en un mismo país una familia se quede en la calle porque el estado ha recortado en personal y no tienen trabajo, y otra cobre del estado un pastizal viviendo del cuento. Aunque no me parecen del todo mal los recortes que han hecho en educación (no pasa nada por trabajar un par de horas más a la semana... tienes tres meses de vacaciones, cosa de la que no disfruta ningún otro trabajador en este país), pero prefiero gastar mi dinero en la educación de los jóvenes, que en el mantenimiento del barquito del señor Juan Carlos.
Lo que os digo siempre, si no estáis de acuerdo no dudéis en comentar o enviarme a mí un mensaje (pestaña contactar).
Un Saludo
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