sábado, 11 de febrero de 2012

ENIGMA #2




ASESINATO EN ESCENA

Habían matado a una actriz de reparto en su camarino. Fue en el mismo momento en que se representaba la obra. Su papel era pequeño, tenía dos intervenciones breves en el cuarto acto. Era joven, hermosa y estaba destinada a ser estrella en poco tiempo más.
- La mataron con un balazo a quemarropa –dijo el ayudante del inspector Malanga. Y agregó–: No me explico cómo nadie escuchó nada.
- ¿Quién fue el primero que vio el cuerpo?–preguntó el inspector Malanga, parado en el escenario en donde los hizo reunir a todos.
- Yo, inspector –dijo una mujer mayor en voz muy baja pero firme.
- Yo también –dijo un joven de aspecto algo desarreglado.
- Bueno, pero –se sorprendió Malanga –, ¿quién fue el primero?
- Los dos al mismo tiempo, señor–dijo el joven.
- Yo volvía del escenario –aclaró la señora.
- ¿Había terminado el acto? –preguntó el ayudante.
- No, yo hacía mutis en ese momento. Según la obra hay un tiroteo entre dos facciones rivales. Yo huyo del lugar haciendo mutis.
- Ah, claro –exclamó Malanga –. El tiroteo de escena tapó el disparo que asesinó a la chica.
- Puede ser, inspector –asintió la señora–. Nosotros no nos dimos cuenta porque estamos habituados. Además, ese segundo acto que le digo es muy violento. Hay muchísimos disparos.
- Continúe –pidió Malanga.
- Cuando salgo de escena me encuentro con Silvestre que estaba golpeando a la puerta del camarino de Clarita.
- Silvestre soy yo –volvió a hablar el joven desarreglado.
La señora continuó su relato.
- Silvestre me dijo: "Parece que Clara estuviera sorda". Yo también golpeé, pero tampoco contestó.
- ¿Por qué la llamaba, Silvestre?–le preguntó Malanga al joven.
- Bueno, soy actor de reparto pero también mi tarea es la de llamar a escena. De mi depende que hagan una entrada justa.
- Ah, bien–dijo el inspector–, la estabas llamando a escena.
- Sí,–repitió el joven–, la llamaba a escena.
- ¿Qué pasó luego?–preguntó el ayudante del inspector.
- Al ver que no contestaba –prosiguió la señora con un repentino sollozo–, entramos y vimos a Clarita. Muerta. Fue horrible.
- ¿Usted es la primera actriz, no? -señaló Malanga .
- Sí –respondió la señora. Y agregó: ¿Por qué me lo pregunta?
- Porque pienso que Clara, joven y hermosa, podría ser una futura rival suya en el cartel y la compañía–argumentó Malanga.
- Clarita nunca podría ser mi rival, señor–dijo firme–. Era mi hija.
- Perdóneme, señora –se disculpó el inspector, turbadísimo. Y agregó: Como no conocía ese parentesco pensé que usted era cómplice de Silvestre en la muerte de Clara.
- ¡Qué dice!–se sorprendió Silvestre.
- ¿Por qué la mató?–dijo Malanga sin darle tiempo a pensar–. Usted ha mentido una vez y ésa es la primera evidencia de su culpabilidad. Procuraré que me diga el resto.
Silvestre bajó la cabeza. Malanga insistió con la pregunta.
- Yo... yo la quería –comenzó a confesarse Silvestre, derrumbado por la tenaz insistencia del inspector–. Pero sabía que nunca iba a ser mía. No soy nadie, Clara lo tenía todo. Sólo quise retenerla, yo no...– y rompió en llanto.
- La salida de escena de la señora lo complicó todo, ¿no?– dijo el ayudante del inspector, que ya había entendido el razonamiento de Malanga. Silvestre asintió callado.
Media hora después sólo quedaban el ayudante y el inspector en el teatro.
- Es raro –dijo el ayudante–. Siendo Silvestre un actor debió haber usado más la imaginación. El caso fue fácil, ¿verdad?

¿Por qué supo Malanga que Silvestre mentía?


SOLUCIÓN 
Clara es asesinada durante el transcurso del segundo acto. Silvestre miente cuando dice que golpeaba a su puerta llamándola a escena, pues las dos únicas entradas de la actriz en la obra eran en el cuarto acto. Como la madre de Clara lo sorprende frente al camarino, él inventa en el momento esa excusa.

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